jueves, 14 de febrero de 2008

¡Feliz San Valentín, Monse!

¿Cómo lo pasé? A ver... comenzó oficialmente en el metro, con Brian (amigo que amerita una entrada por ser tan... tan... Brian). Muriendo de sueño en el bus a casa. Durmiendo pocas horas en realidad.
Se supone que al que madruga, Dios le ayuda, pero nadie me había dicho que la jurisdicción del Creador termina en la banqueta de Belwederska 49, a unos pasitos de la embajada rusa. Seré breve. Los pinches rusos hijos de su reputísima madre me tuvieron parada en la calle, en pleno pinche invierno. La primera hora y media no lo pasé tan mal..... eso hasta que empezó a nevar. NEVAR. Nota cultural: hace como un mes que no pasaba eso. Lo más triste del caso es que solo nos estaba nevando a los que esperábamos tontamente por una visa, porque en la parte gobernada por el Señor de los ejércitos daba el sol bien bonito. Pinches rusos.
Después de dos horas, me di cuenta de que me encontraba en estado de estulticia contemplativa, porque en realidad no estaba haciendo nada, nomás miraba hacia el frente. Me enojé porque pensaba que las rusas esas vestidas de buchonas se metían en la fila, pero luego me enteré que había una cola para rusos y una para polacos (¿y dónde entraba yo?)
A la tercera hora, nada me parecía real. Estaba todavía como idiota, como drogada, con frío. La fila avanzaba lenta pero segura. Ya iba a ser mi turno. Tres horas y media: estoy con la nariz pegada a la reja.... y cierran el consulado. Que no, que nomás hasta las 12 pm.... pero eran las 11:45!!!! trabajen, hijos de puta!!!!!
Con un ruso no se puede razonar. Me fui a casa sin visa y sin sentir las piernas. En el camino me llamó Michal para que le ayudara a encontrar su nuevo departamento. Quedamos de vernos en el metro. Según yo iba un poco tarde, cuando alguien me grita "¡Monse!". Claro que era yo; aquí, cuando alguien grita Monse... tengo que ser yo, la única Monse en Varsovia, aparentemente. Era Michal. Me dijo que volteó y pensó "qué zapatos tan chistosos. Oh, es Monse!" Bu, mis botas moradas, esas de Puma, son controversiales. A mí me gustan, nadie más las trae aquí.
Bueno, lo llevé a su departamento provisional y... pausa. Puta madre! me trata como su empleada! soy la secretaria oficial que le resuelve la vida... pero sin sueldo!! Jamás -repito- jamás tengan un amigo empresario. En el camino me estaba exigiendo tacos... y yo... este.... pues.... ve al super Michal. Fuimos al super. Encontré una lata de jalapeños La Costeña, y unos frijoles bayos refritos. Nunca me han gustado los frijoles en lata, pero bueno, los compramos. Me criticó por no saber prender el horno (las tortillas no se meten al horno a menos que tengan un tamaño descomunal como las de aquí). Y luego que por qué no uso la tarjeta para pagar el super (por orgullo, Michal, por orgullo). Me comí un taco y me fui al centro.
Saqué copias por si me las piden mañana. Encontré un poema que me fascina y lo transcribí en el celular. Volví a casa. Se supone que saldría con Brian y gente. Me llegó un mensaje de: Monse, tengo vértigo, no puedo hacer nada el día de hoy. Pero mañana tengo tiempo. ¡Madita maldición! ¿Estoy condenada al encierro total en San Valentín? Bueno, la festividad no me importa, es un pretexto. Me escribió metroJavi para invitarme a salir.... y me quedé sin crédito. Creo que a estas horas ya no venden... o me da flojera salir a comprobarlo. Pienso, ¿qué haré mañana sin crédito? Chale... ¿qué haré? Ay no, qué flojera ir a Tesco a comprar. Dios proveerá... seguro que no, pero me gusta soñar.
Mañana estaré en la antesala del infierno comunista a las 7 am... ya.. ¡ya tengo que tener su cochina visa! Después iré a la embajada de México a devolver unas porquerías que le prestaron a Ely. Como tengo la espalda horrorosamente lastimada, pues Brian se ofreció a cargarlo todo. Jojojo. Después lo invitaré a un café al que he querido ir por muchos meses. Es que no me gusta ir sola. Y el es amor para el mundo jajajajaja.
Oh, Ola está de vacaciones y yo sola en casa. Vengan todos, haremos fiesta. Traiganme papitas, cosas nacas, colaciones. Los extraño :(

3 comentarios:

Unknown dijo...

Bueno Monse la verdad no tuviste el mejor san valentin de tu vida, me recordaste que hace dos años tuve que ir al consulado americano (se que todos somos americanos, pero los gringos no entienden que america es el continente) de Guadalajara y fue una odisea con todas las prohibiciones respecto a lo que puedes llevar a la entrevista, pero estoy seguro que aun con la paranoia que tienen son mucho más eficientes que tus amigos comunistas, pues en un par de horas (y de criticar los retratos de Bush y compañia) ya habia pagado la mensajeria que me enviaria mi visa, bueno la verdad es que ya tenia tiempo sin escribir en tu blog, lo leía pero no habia tenido nada interesante que decir, solo queria desearte feliz día!!!

Mujer perdida en un estado interno de ebriedad dijo...

Gerardo,
gracias por los buenos deseos. Trinches rusos odiosos, cada día me sorprenden un poco más. A ver qué tal me va en su cochino país jiji será una odisea.
Recuerdo también ese par de horas en el consulado americano. La gente se va bañadita y bien peinada. Yo me burlé todo el tiempo de la foto de Condolisa Rice jajajja todavía la recuerdo. ¿No te pasó que al salir te dijeron que no podías estar en la banqueta porque es territorio gringo?

asco dijo...

entonces es tan complicado sacar una trinche visa rusa como una norteamericana????
que horror.

Mi día de san valentin, fue casi igual a la tuya, pero sin frio. Aca hace un calor de los mil demonios.

Oye, oye, unos días sin venir y tiene chorrocientasmil entradas. Mala, mala.