lunes, 5 de noviembre de 2007

Vivir solo no es tan fácil

A todos aquellos que piensan que vivir solo es hacer fiestas en casa todos los días, comer galletas en la cama y ver 5 horas de tele al día, lamento decirles que eso pocas veces es cierto (por lo menos en mi caso, bueno.. aunque ayer comí galletas en la cama pero eso nunca ha matado a nadie).
Por ejemplo, llevo casi dos semanas luchando encarnizadamente contra las fechas de caducidad que hay en los productos del refri. Cada día temo acercarme a mirar porque no quiero tirar mi comida a la basura. A veces es muy triste abrir el frasco de mermelada y encontrar una nueva civilización verde del lado derecho, misma que termina conquistando los indómitos terrenos del basurero.
Para no comer con temor, generalmente disimulo los platillos con cebolla y chile chino (que está peligrando también). A veces agrego varias cosas al borde de la putrefacción y sale comida que se ve bonita. Hoy, por ejemplo, comí bollitos de masa (de color indefinido) con cebolla, chile chino y trocitos de un jamón que era mejor consumir antes del miércoles pasado. Luego le puse un montón de catsup, mostaza, mayonesa, la cosa blanca de la que me enamoré un día..... y listo! Creo que hasta supo bien. Supongo también que los grandes platillos de la historia surgieron de personas hambrientas con comida extra-madura, como el mole, gazpacho, bouillabaise y todos los quesos franceses que hacen suaves los días de verano.
Cada ocasión en mi cocina es una nueva aventura. Afortunadamente, una vez que te acostumbras no es tan malo. Hasta le agarras cariñito a los seres que descubres día con día. Luego te imaginas que cada cucharada que te llevas a la boca está llena de vida; algo así debió sentir Dios durante el diluvio. Sólo espero que a mí no me salga un arcoiris de las pompis al séptimo día, en señal de eterna alianza con los hongos.
Para complementar un tema tan exquisito, puedo mencionar algunas delicias que han salido del curioso fenómeno de la putrefacción:
*pescado descongelado (aguado, deprimido) con tomate (aguado, de interior curioso) y cebolla (aguada también).
*Budín que no supe preparar porque no entendí las instrucciones en polaco. Era como comer bolas de nata con ligero olor a vainilla. Gran parte del contenido fue a dar a la basura.
*Queso que tenía una mitad dura. La otra mitad tenía un cabello, pero como era negro, supuse que era mío.
*Salchichas que tenían principios de pelusita blanca. Las puse en agua hirviendo como por 10 minutos, luego las freí.
*Paté. Lo seguí comiendo aún después de tirar un par de centímetros porque estaba todo negro.
*Pan duro. Un día después de mi última cena en su compañía, se mega-llenó de hongos.

.... hasta el momento no me ha dolido el estómago, eso ya es ganancia.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Lic. Marquez, he encontrado con alegria que de pompa y porraso nos ha compensado con tres comentarios seguidos de su blog. Yo nunca hubiera imaginado que alguien de su familia pudiera tener problemas para alimentarse, la verdad creia que contaban con un don especial para agarrar hojas y raicez en le bosque, convirtiendolas en mole dulce, agua de cebada, pastel, gelatina y una amplia variedad de delicias culinarias, ahora que lo pienso, viene a mi mente una platica que sostuve con usted hace algun tiempo donde me conto de su experiencia en el tortazo (creo que así se llama) y me comento que no le parecia particulamente lúdico el dedicar su tiempo a elaborar comida.
Si le sirve de consuelo le comento que aun en este país que nos vio nacer, existen personas que pertenecen a una fraternidad de personas que solo sabemos preparar atun enlatado, maruchan (aunque no me gusta) y pizza de micro ondas, usted en cambio puede alegar a su favor que no dispone de un amplio presupuesto y no conoce los ingredientes propios de la cocina polaca. Le recomiendo preparar sandwich, comer cereal, pan tostado y un buen merlot. Animo, seguramente usted conoce algunas de esas exquisitas recetas que han trascendido de generación en generación, las cuales únicamente conocen pao, jenny y usted, así que probablemente ese don convinado con esos conocimientos secretos son los que la han sacado adelante!!!

Mujer perdida en un estado interno de ebriedad dijo...

Yo creo que mis problemas en la cocina se deben a las siguientes razones:
muuuy poco espacio en el refri, miedo a que todo se pudra, ignorancia en cuanto a platillos polacos, pereza de ir al mercado. Además compro abarrotes de ínfima calidad en el supermercado más corriente de Polonia (ah, pero qué barato!!!)
Me consuela saber que mis compañeros extranjeros se alimentan de cosas peores.
Jajajjaja el tortazo, había olvidado esa parte de mi vida. Fue ahí donde aprendí a hacer raspados.

Unknown dijo...

jaja, disculpa que me burle, supongo que algún día me pasará lo mismo.
Pero al menos es barato, plecios chinos plecios balatos.
Lígate a alguien que te invite a comer... recuerda la palabra mágica________! nunca falla!
Por cierto ya publiqué
http://dropingyears.blogspot.com/

Mujer perdida en un estado interno de ebriedad dijo...

Steff:
efectivamente, te pasará lo mismo. Algunos días te parecerán más graciosos que otros.
Había olvidado la frase mágica. Prometo usarla en cuanto ponga un pie en territorio ruso.
Ahora mismo voy a leer tu blog :) todos deberían leerlo, está bien divertido.

Unknown dijo...

síiiii leanme!!!

por cierto me referia a Tequila, pero la frase ligadora en ruso tambien aplica, siempre buena, siempre fiable